Cobre: crecen excedentes en China en señal de desaceleración económica
Las existencias en los almacenes de Shanghái alcanzan su nivel más alto desde 2020 mientras los fabricantes frenan la demanda.
- T+
- T-
El mayor exceso de cobre de los últimos cuatro años se ha acumulado en los almacenes chinos, después de que la subida de los precios y la tibia demanda de los consumidores indujeran a los fabricantes de la mayor economía de Asia a retraerse en la compra del metal industrial más importante del mundo.
Las existencias del metal en los almacenes de la Bolsa de Futuros de Shanghái han alcanzado este mes su nivel más alto desde 2020, con unas 330.000 toneladas, según datos de Bloomberg. Antes, la última vez que alcanzaron este nivel fue en 2015.
Zhang Jiefu, analista senior de Zhengxin Futures, dijo que el exceso de metal "simplemente no se puede consumir", y agregó que los fabricantes de alambres y cables están bajo una "tremenda presión" debido a la desaceleración del sector inmobiliario en China.
El cobre se utiliza mucho en los cableados eléctricos, la fontanería y los electrodomésticos cuando termina la construcción de edificios.
La acumulación de existencias de cobre pone de manifiesto la frágil situación del sector industrial del país, que frenó la demanda cuando el metal rojo se disparó el mes pasado hasta un máximo histórico por encima de los US$ 11.000 la tonelada, en un frenesí de operaciones especulativas liderado por Estados Unidos.
Los operadores y analistas utilizan las existencias de los almacenes vinculados a las mayores bolsas de metales del mundo como indicadores clave de la fortaleza del mercado, ya que se llenan cuando hay exceso de oferta y se agotan cuando hay mucha demanda.
"Si usted es un fabricante de cobre en China, entonces tiene todos los incentivos para agotar sus propias reservas y no comprar en el mercado porque la demanda está bien, pero no es estelar y los precios mundiales han subido", dijo David Wilson, estratega de materias primas de BNP Paribas.
El aumento de los inventarios de cobre refleja el declive inmobiliario de China, así como la desaceleración de la actividad manufacturera y crediticia, ya que Beijing rehúye estimular directamente el consumo de los hogares.
En las cuatro semanas transcurridas desde el máximo histórico, el cobre ha caído un 13%, hasta los US$ 9.600 por tonelada, lastrado por la débil demanda china.
Las existencias de cobre suelen acumularse en los primeros meses del año y empiezan a reducirse en primavera, tras las vacaciones del Año Nuevo Lunar chino, cuando las fábricas vuelven a aumentar la producción. Sin embargo, este año el aumento de las existencias se ha prolongado más de lo habitual.
En contraste con la situación en China, los operadores han advertido de que los inventarios mundiales de cobre siguen en niveles peligrosamente bajos, con sólo varios días de consumo de reserva. Esto, argumentan, crea un riesgo de subidas volátiles de los precios.
La debilidad del mercado chino ha provocado que el cobre para entrega en Shanghai cotice con descuento respecto al precio de referencia mundial, algo poco habitual.
Ligeros descensos
Sin embargo, parece que los fabricantes chinos de cobre han empezado a comprar de nuevo el metal muy recientemente, y las existencias han registrado ligeros descensos en las dos últimas semanas.
La acumulación de existencias de cobre apunta, no obstante, a la agitación a la que se enfrenta el sector debido al exceso de oferta mundial de fundiciones. Indonesia, India y la República Democrática del Congo se disponen a seguir los pasos de China y añadir en breve una importante capacidad de fundición.
"Se trata del mayor volumen de capacidad de fundición nueva en un periodo de 12 a 24 meses que hemos tenido nunca", afirmó Wilson.
A finales del año pasado, el cierre de una gigantesca mina en Panamá y los recortes en las previsiones de producción de cobre de las mayores empresas mineras del mundo llevaron a los analistas a prever una escasez del metal en la lucha de las fundiciones por una materia prima limitada.
Los gestores de fondos se dieron cuenta de ello a principios de año y apostaron por la subida de los precios del cobre, pero la escasez física no se materializó. En parte, esto se debe a que la RDC ha conseguido aumentar la producción de sus minas, mientras que China ha procesado más chatarra, lo que ha contribuido a aliviar la situación de la oferta.
Qin Jingjing, analista jefe de metales no férreos de SDIC Securities, afirmó que la acumulación de un exceso de cobre en China se debió también a que las fundiciones no redujeron la producción -salvo para el mantenimiento anual- a pesar de que en marzo se planteó la idea de recortar la producción.
Pero con la reciente caída de los precios, "ahora la cuestión es si el retroceso de más del 10% es suficiente para cambiar el sentimiento en China", afirman los analistas de JPMorgan en una nota.
¿Repuntará?
Algunos analistas sostienen que el precio del cobre podría repuntar en la segunda mitad del año como consecuencia de la demanda acumulada. "Con la caída del precio, vamos a ver a la gente aprovecharse de esto", dijo Boris Mikanikrezai, analista de Fastmarkets, un proveedor de información sobre materias primas.
Sin embargo, Daniel Smith, jefe de investigación de AMT, una correduría de metales con sede en Londres, dijo que los precios podrían caer aún más este año si algunos de los fondos que habían estado comprando el metal comienzan a volverse bajistas y empiezan a ponerse cortos, apostando por un precio a la baja.
"China ha entrado en una mala racha", afirmó. "Creo que el peligro es que hemos hecho demasiado con el cobre (el precio ha caído demasiado) este año y si los fondos se ponen cortos en él, entonces podríamos volver a bajar a US$ 9.000 por tonelada".